29 julio 2011

a veces parece ser que soy solo un recuerdo para alguien lejano. me transporto durante unos instantes sobre las cálidas aguas de la sensatez y me quedo flotando, esparciéndome lentamente sobre la superficie. me desmenuzo en varios trozos y me veo a mí misma, después de tantos años, como trozos de corcho a la deriva, sin rumbo alguno. los perros ladran porque hay sueño, pero lejos de mí. quizá quisiera alguien rescatarlo y devolvérmelo: ese era mi sueño, ahora está naufragando entre hocicos, ruedas de caucho, asfalto de verano, farolas pálidas, y sé que acabará en una alcantarilla, allá, la puedo vislumbrar, donde se escurren todos los sueños de este barrio, toda mi infancia ya acabada, y todo lo que deberé vivir lejos, muy lejos de aquí. en un mismo agujero concurrirán la vida y la muerte, el mundo de aquí y el mundo de allá. el infierno se apaga para encender uno nuevo, pero no importa. la marea de la razón pronto inundará mi cráneo, y cuando empiece a carecer de huesos, de piel y de tejidos internos, podré aferrarme a ella.

3 comentarios:

Canichu, el espía del bar dijo...

en esa dispersión en fragmentos, siempre quedará la unión por el sonido del crack, que retumbará recordándolo todo.

cielo ruidoso. dijo...

a veces es mejor ser un recuerdo querida, aquí las nadas siempre terminamos en la basura.

cielo ruidoso. dijo...

quiero insultarte más; pero no sé dónde.