31 octubre 2009

dudo mucho que pueda cambiar la naturaleza humana, incluso a la mía le cuesta doblarse hacia donde yo quiero por mucho que la fuerce. pero el dolor es inevitable, y siento que tanto amor hacia la humanidad me está matando, pero no la humanidad que hay tan retorcida y enferma, sino la humanidad que tanto imagino y que creo a partir de esa materia prima llamada ficción (que es, al fin y al cabo, lo único que tengo y tendré por siempre). tanto amor me mata, ¡ah! pero el mundo es tan horrible, que a veces me gustaría que se vaciara del todo por dentro, pero sé que nunca lo hará, y siento amar algo que no existe, porque hace ya tiempo que nada puede haber en todo esto. nada, excepto odio que rebosa con un ímpetu amargo, y todo lo demás se convierte en algo sin sustancia ni ser ni sentido alguno.

2 comentarios:

Dylan Forrester dijo...

Hay de todo en este mundo y es mejor apuntar a lo mejor, aunque sea por un sentido de supervivencia y hacernos así más degustable la existencia.

Un abrazo...

Ágape dijo...

Tanto amor a los humanos y acabé estudiando antropología...