06 agosto 2009

mi cabeza es un bombo recubierto de moaré con hormigas bañándose en su líquido cefálico. suena a guitarra acústica, pero sólo si la golpeas con la punta de tus pensamientos a las cinco de la tarde; el resto del tiempo, no suena a nada, o acaso a un hormiguero lleno de cáscaras de cacahuetes flotando en la gelatina espesa de mi mente tetrápoda. he tenido que quitar varias tejas de esa torre de babel que crecía de mi interior, porque temía que alcanzara el otro extremo de mi nadie. si no soy nadie, algo soy. si fuera alguien, sería menos que nada, así que prefiero no ser nada, antes que ser alguien más. yo no puedo dominar mis ideas, esas pequeñas idiotas con pseudópodos tan veloces que son capaces de correr más allá de mi control mental. mais tout va bien. hoy me figuraba al mundo como una gran suela de zapato que tenía por horma la palabra decadencia, y no sólo la palabra en sí, sino las vísceras de esa palabra, y el proceso de destripamiento previo. mastico un chicle púrpura ultra grande y hago una burbuja que al explotar deja salir un pez azul de plástico, y yo sé que ese pez es el pez que soñé anoche, pero nunca sabré qué es lo que hacía dentro de ese chicle púrpura. ahora tan sólo desearía ser un pequeño miriápodo dentro de un gran acuario lleno de ficciones. me fui a la mar. chao pues.

3 comentarios:

Ágape dijo...

¡Joder Silvia! Ultimamente me dejas sin palabras. No soy capaz de plasmar las impresiones que me causan tus textos. A ver si me contagias un poco de inspiración :P

Unscented Flower dijo...

glu glu glu glu floto, yo floto en mis propios sudores, ñam que asqueroso suena, pero me siento miriapodito feliz
ya mostrare mi propia decadencia un dia, apesto
estoy muy mal, pasalo bien

juan dijo...

hola silvia, como estas, te volvi a encontrar en el ciberespacio, espero que sigamos deslumbrandonos con nuestros blogs...

brindo por tu dulzura literaria

juan borges