hoy me siento triste. triste no es una simple palabra de seis letras que empieza por t y acaba en e y se encuentra en la sección de la letra t de los diccionarios, es algo más, diría que es algo que adquiere vida propia cuando lo pronuncio, y al escaparse de mis labios se convierte en un alfiler que daña el aire de alrededor y mi cuerpo entero, al transformar el oxígeno en una placenta ensangrentada absorbida por mis pulmones que se vuelven irritantes. me duele sentirme así. mi letra cada día es más fea, es monstruosa, casi que parece un jeroglífico, y al empezar a escribir esto en el papel, me horroricé y no pude seguir más de lo despreciable visualmente que es. quisiera transformarme en cualquier vocal o consonante para impedir que el bolígrafo escriba más, porque cada vez que pongo algo no hago más que verter sobre el papel un río de terribles incoherencias que poco a poco va inundando las telarañas que sobresalen de mis córneas. no, miento, en realidad quisiera ser todas las letras del abecedario, para así formar parte de todas las palabras que hay, y por tanto, de todo aquello que quiero ser. formo parte de una nube, porque soy una n, soy una u, soy una b, soy una e. formo parte de tu vida, porque soy una v, soy una i, soy una d, soy una a. formo parte de mí, porque soy una m y soy una i con tilde. formo parte de la nada, porque soy una n, soy una a, soy una d y una a, nuevamente. una araña baila claqué sobre la palma de mi mano y me siento muy bien exterminando este silencio que ahueca las cavidades de mi corazón. se aleja el día en una bicicleta azul hacia un transformador situado en el cénit, para volverse noche y envolver mi ausencia de mí misma. me estoy clavando las uñas de los pies en los talones y es una sensación agradable saber que sigo viva a pesar de que hoy creí haberme desintegrado irreversiblemente en millones de átomos que a su vez se fueron fragmentando hasta volverse olvido. esto se está convirtiendo en una especie de diario de adolescente frustrada y descontenta con el mundo, pues sí, maldito alcalde, ahora quiere traer una fábrica de deshechos a esta ciudad que ya de por sí es asquerosa. voy a cogerme una caja de cartón para trasladar ahí mis impulsos, es que no me siento nada orgullosa de lo egoísta que soy y estoy dando demasiado protagonismo a la melancolía en mi vida, parece que acapara mis días y cubre mi ser con una pegajosa y áspera capa que me vuelve intolerable y arisca. no te imaginas cómo es estar aquí ahora mismo con tantos bichos con alas alrededor. me estoy volviendo más mentirosa conmigo misma que un horóscopo y creo que haré de mí un acrónimo. hay demasiados acrónimos. t.q.m. te quiero mucho, te quiero matar, te quiero masticar y mil cosas más. pues entonces seré a.e.s. , aquí estoy sufriéndome. este día me sabe a cemento. está lloviendo lejía. soy el tiempo que comparto conmigo misma. ya está. detesto los miércoles. detesto los jueves. detesto los viernes. detesto los sábados. detesto los domingos. detesto los lunes. detesto los martes. cada día es una fotocopia en blanco y negro del anterior. adoro las madrugadas. padezco insomnio. no estoy enamorada. no hablaré más de mí. no. voy a empezar a buscar varitas mágicas en los surcos de mi memoria. más que nada, porque de vez en cuando necesito volver la vida sueño, y el sueño vida. estoy perdiendo la razón. lo sé. pero me sobrevivo.