25 abril 2020


cuando la piel del rostro tenga dos grietas y dos ríos viajen a través de ellos
para encontrar un mar sin esperanzas a tus pies,
cuando manos grises y frías emerjan de la oscuridad para arrastrarte hacia ellas,
cuando un grito despierte al mundo entero antes de que tú consigas dormir,
cuando un barco sin barquero toque su sirena varias veces para llamarte
y tú por fin te alejes con el fusil al hombro preparado para morir,
cuando te desangres en tu primera batalla enfrentado a ti mismo
y decidas seguir vagando por el desierto de tu propio ser,
entonces podrás entender si aquéllo que viviste era un sueño,
entonces podrás saber si aquéllo que creías sueño no era más que un sueño.