27 noviembre 2016

held the hand

de muchos modos me doy cuenta de que no soy la misma.
el picor de ojos se debe a una tormenta de polvo. tengo restos de películas cinematográficas y un disparo directo a la retina del tiempo.
claro que no soy la misma, pero antes soñaba más. tal vez el desgaste sea normal, uno se hace mayor, la coherencia se pierde precisamente en ese paralelismo inevitable entre paso del tiempo y obligación de lo coherente. antes podía hablar sobre una ilusión insaciable, hoy paso muchas tardes oyendo a daniel johnston sin pensar en nada: simplemente escucho y canto, y en ese momento, eso es lo único que hay. pero tampoco necesito más. me conformo con lo que tengo, y nada pido en ese momento, ni tan siquiera un poco de incoherencia, porque pese a todo, la mente sigue viajando a través de sus propios horizontes, y aunque fuera de ella impere una realidad distinta, dentro hay un mundo que se alimenta a sí mismo, independientemente de lo que haya en el exterior.
miro este blog que tenia abandonado hace años. ya en el último tiempo escribía de manera muy esporádica y de un modo casi forzado (forzada quizás ante mí misma para demostrarme que no me había abandonado del todo a mi misma ante lo ajeno). recuerdo que hace diez años escribía hablando de hombres con antenas parabólicas y masturbaciones melódicas, porque la visión era propia de ese entonces, porque tampoco soñaba con ese peso con el que ahora cierro los ojos cada noche. antes, a diferencia de ahora, tenía menos años, menos clavos en la piel, menos máscaras descubiertas en la hipocresía ajena.
no me arrepiento de nada, pero soy otra persona, y ya no tengo las mismas expectativas de la vida - directamente, ya no espero nada de la vida, ya no sueño con algo que algún día sea algo, pero tampoco es algo negativo. simplemente crecemos, e inevitablemente cambia todo.
los días de autodestrucción, de esa vorágine de suicidio en vida han ido creciendo con el tiempo hasta convertirse en el paradigma de la propia existencia, después en un eco lejano, y ahora en una constante equilibrada. hay que llevarse bien con lo que uno es, pero viviendo, al final, la vida como se supone que debe ser vivida. un equilibrio entre lo que uno quiere y lo que puede; porque nunca he podido vivir ni viviré conforme a lo que otros piensan que debo vivir.
nunca he dejado de escribir, simplemente dejé de hacerlo ante los demás. en los últimos dos años he rellenado cuadernos y cuadernos, y nunca he sentido tanto desahogo como cuando escribo o hago música. aunque aquéllo de la música es algo más voraz, es un huracán que pasa cada año, o año y medio, de la mano del ciclo depresivo inherente a mí, y cuando viene me lleva a crear de manera vertiginosa. nunca he dejado de escribir, pero tampoco soy la misma que era antes. no escribo para que me lea nadie, es más, después de la entrada en este blog, leo lo escrito como si fuese algo ajeno a mí, me leo a mí misma como a otra persona, y no es nada malo. supongo que es un ejercicio de autoconocimiento. 
lo único que me asusta de todo esto es el paso veloz del tiempo.

a veces no puedo dormir por las noches, porque pienso en una muerte a la que no temo de por sí, sino cuando viene acompañada de la idea de pérdida temporal.
a veces no puedo dormir por las noches, porque una enorme tristeza se apodera de mí, y lloro de manera desconsolada, pero al final me duermo, y al día siguiente me despierto, y vivo igual.
a veces no puedo dormir por las noches, porque tengo un miedo atroz. los pensamientos escapan a mi control, y una maquinaria de ideas desbocadas tejen un pánico casi enfermizo. cierro los ojos y espero a dormirme. y al día siguiente me despierto, y vivo igual.
también me asusta ante este cambio de los años que todo siga igual. tal vez nada haya cambiado, sino mi visión. tal vez el mundo siempre ha sido una ruina, una aglomeración de alienados perdida de manera irremisible, pero sea ahora cuando mi estupor haya alcanzado su punto álgido, y la fe haya muerto para siempre.
no importa: oigo a daniel johnston, y me da igual todo ya.

oh my lord/ I am so bored/ held the hand
of the devil.

todo ha cambiado, sí. todo ha cambiado.