20 junio 2013

Tengo una angustia en el pecho de amar como nunca amé, de marcharme desgarrada mi alma por una tristeza que siento, tristeza de ser, tristeza de vivir la despedida, tristeza que me mata. No tengo palabras, ni quiero tenerlas. No quiero buscar explicación alguna, ni excusa, ni pretexto, a lo que me hace sentir así. Me consumo y me siento consumir a una velocidad de vértigo. Me duele la vida, y siento que esto es la muerte.