14 abril 2013

14 de abril

vaya: tres meses han pasado desde que no escribo aquí. no me puedo quejar si las palabras mueren, si se cubren de moho, porque al fin y al cabo soy yo la que con mi conducta encierro en un pozo de mierda escrito tras escrito. porque no puedo, porque estoy mal, porque blabla. si me ofreces un espejo tú, yo me miro en el con el asco de estar mirando un bebé que sigue creciendo, que chupa una teta y mama leche caducada de una madre que está en descomposición. yo sigo comiendo de ahí, de una fuente putrefacta, con la sensación de estar alimentándome y a pesar de que lo hago mal, no soy capaz de pasar hambre en busca de otra fuente. ¿que no? ahora creo que sí, y si encuentro un útero en condiciones, me abriré paso entre los labios vaginales, metiendo mi cabeza con delicadeza, encontraré el momento de gestación de mi identidad lírica, lo comeré, succionaré su materia, me apoderaré de todo cuanto la misma posee, y volveré a abrirme paso por la entrepierna de vellos duros, de esa madre que habré encontrado en un recoveco de la memoria. luego, que me escupa ese coño, que vengan los tres reyes magos, y que me convierta en una nueva mesías de mierda que se gaste el dinero en el casino y en putas.