04 abril 2012

Pero seré fuerte.

Mis lágrimas de ácido y rabia me han despertado hoy a la realidad, tras unas semanas de letargo. Me cago en el amor, me orino en las mentiras, vomito en tus palabras de ficción y broma barata, escupo toda la rabia contra estas paredes, así crezca el odio más atroz y me consuma por dentro, aunque no quiero acabar como un parásito dentro de mí misma, alimentándome como una carnívora de falsas promesas, como lo hiciste tú. Miro atrás y me río de mí misma, era ridícula, tenías razón, eras ridículo tú también amamantando tu vacío de esa ridiculez. Me das lástima, ya estás muerto, y el mundo sigue girando mientras tu cadáver se descompone y nadie te llora más que el reflejo de lo que sembraste. Solo, solo, muérete en tu soledad plagada de mentiras. Atrás se queda esa vida por delante, todo telaraña de hojalata que ahora estoy lamiendo y me estoy retorciendo del gusto, escupiré de nuevo y volveré a lamer entera esa proyección de mí misma atada a ti - ahora es otra cosa, nadie más volverá a cortarme las alas, se me empapan las bragas solo de pensar en esa libertad de éxtasis eterno, mi clítoris palpita de ese gusto imaginado, el vuelo siempre soñado disfrazado de flujos que arropan mis muslos desnudos. Que antes de engatusarme con palabras, prefiero pegarme un tiro, dejar que la sangre salga a jirones del agujero, mirar como va cayendo pendiente abajo y esperar a que me desmaye/luego mañana habrá otro amanecer, quizás me crezca un nuevo cerebro. La rabia irá decreciendo y pronto, tan pronto como sea comienzo de semana, me arrojaré en otras sábanas, las del olvido, no sea que mi alma también se quede moribunda, como la tuya, y la lástima ajena me vaya a corroer. Pero otro besará mi piel (quizás esta misma noche, poco me importa ya), otras palabras de promesas llenarán mis tímpanos, otro me amará algún día de verdad sin herirme, no me importa ya esa mierda, esa pendejada que se pudre cada vez más por culpa de imbéciles que usan el amor para lavarse el culo y sus propias frustraciones. Lo real es que me voy a volar, lejos de tanta parafernalia, que mis dedos se han congelado y mis ojos están llenos de un dolor que estalla mientras escribo esto. Seré fuerte, saldré adelante. Que se coman las ratas mis restos emocionales si quieren, yo les dejo que las trituren enteras, que me río de esas heridas, les echo sal para que me duela más aún y correrme como una puta en celo al imaginar que me follo a ese puto destino y acabo muriendo en el mismo orgasmo. Y las estrellas ahora que son peces, bucean a profundidades abismales. Como ese abismo entre tú y yo plagado de mentiras. De nada, no quiero saber nada durante siglos. Me voy lejos de la miseria humana, no creo en nadie más que en mí misma. Me haré muy fuerte a esas alturas estratosféricas. Volaré. Vuelvo a volar en mi yo. Y sólo mi yo. A solas con mi yo, volaré conmigo misma.