11 abril 2012

moscas que se enjuagan en mis ojos
se bañan en laberintos
que son mi lágrimas
de llanto barato
de luces televisivas epilépticas
de tragedias ridículas
y muertes fingidas

lloro peces muertos
sobre mares hediondos
no estás aquí
no estoy en ti
no me importa que los calendarios
deshojen sus escamas sobre mí

si esta piel que se desgarra
caerá sobre sus mejillas
cuando anochezca recobraré el aliento
y volveré a ser
esa tormenta sin ser
que ensucia los paisajes

fluoxetina en dosis elevadas
tranquilizantes en noches de insomnio
doy de comer a las serpientes corporales
con sueños deformes del no Yo.
hay que inyectar un poco de no
a estos músculos de flojera pálida

las crisis económicas como vampiros
que nos extraen toda humanidad
vayamos a vagar sobre el mundo
vayamos a naufragar en venas de sombras
vayamos a derramarnos juntos en el mundo
vertamos nuestros jugos de cálida esperanza
ahoguemos el mundo con Nosotros en
él
-por fuera

querido doctor,
ya ha llegado la mercancía.
tenemos que subir la dosis
con riesgo de hemorragia vital
los debates de los programas de televisión
se forman en un agujero negro
estoy en mi momento álgido
por los altavoces sale carne picada
de palabras hueras
y fórmulas mágicas
-Suba la dosis, doctor.

patologías de diccionarios comestibles.
es miércoles, otro día de la semana
se cuentan los días ahogando la piel
en esa sensación de locura inminente
está aquí
lamiéndome la cara
siento su aliento en mi nuca
la toco y me hundo en su ser

la vida no me arranca si no estoy en ti.
siento hervir el mundo en los párpados


cada tiempo
me regenero
la metamorfosis se dispara
cuando las lanzas se me clavan en las carnes
me estoy muriendo y no importa,
lejos queda de mí la nada
vuelve, nada,
vuelve en mí.