24 enero 2011

no sé por qué me preocupa la lógica, debería estar arrojada al cubo amarillo de la basura. para reciclarse y aparecer en los tetra bricks de leche. me imagino cómo sería tomarme un café por la mañana, con un sabor a lógica amarga. me duele tanto la garganta, que pensaría que hay una tormenta de clavos impactando contra mis amígdalas. por eso quizás me sepa todo a sangre, incluso la soledad, que tanto yo adoro. hemorragia. hace siglos que no puedo llorar, a veces tengo que frotarme los párpados con una cebolla para mirarme al espejo y pensar que son lágrimas. y qué si mi sistema inmunitario está hecho una mierda, algún día todos caeremos olvidados. yo espero tener una lápida con epitafios que provoquen llantos, pero de carcajadas. que la gente se ría sobre mi tumba. que los hijos que nunca tendré vengan a burlarse de la muerte cada vez que me visiten. no estoy sugiriendo nada. soy consciente de haber alcanzado un estado primitivo de auténtica estupidez. pero hay que seguir alimentando al monstruito, hay que darle de comer más y más decadencia. hasta que encuentre a mi salvador, y este me haga una lobotomía. entonces, podré vivir tranquila.