14 diciembre 2010

Hoy solo acierto a decir que estoy profundamente indignada por ser humana, y me avergüenzo de sobremanera de no poder hacer nada para cambiar mi estúpida naturaleza. Estoy tan cansada de este conformismo en el que buceamos, a veces tengo un atisbo de lucidez y me doy cuenta de lo ridículo que es vivir en este mundo sujeto a normas totalmente contrarias a mi voluntad. Pero será que es tan dolorosa la realidad, que es preferible negarla, o simplemente, vivir en un plano paralelo a lo que acontece fuera de nuestros propias conveniencias. Quizás sea más sensato desprenderse por siempre de cualquier ideal de solidaridad, altruismo y filantropía, porque, pensándolo mejor, eso es una deformación positiva y provechosa del egoísmo. Somos una completa farsa, y tal vez sería mejor desvincularse de estos pensamientos. No puedo pretender ser hipócrita, criticar lo que yo también soy, si bien es cierto que me repugnan las actitudes que tenemos, pero creo que forman parte de nuestra naturaleza, y es imposible rechazarlas, tan solo reprimirlas, en cierta medida. La maldad es algo innato. No puedo creer en el ser humano, y quizás me esté equivocando, pero prefiero ser prudente. Estoy tan harta de estas políticas corruptas y neoliberales, ay, ojalá llegara pronto el fin del mundo, quizás el miedo a la muerte nos haría cambiar, bruscamente, aunque fuera por unos breves momentos, pero saborearía muy a gusto esa libertad fugaz.


2 comentarios:

Ipnauj dijo...

El fin del mundo, tal clomo lo conocemos,está a la vuelta de la esquina.

Un gran saludo.

Fieoner dijo...

ehh ehh ehh
pensando que te puedes encontrar con el fin del mundo en cada esquina nunca vas a conseguir ser feliz, asi que ya sabes
ya sabeis todos los que leais
hasta que no te mueras, disfruta todo lo que puedas