qué absurda que soy. ojalá un extraterrestre me secuestrara ahora mismo y me lavara el cerebro. así conseguiría olvidarme de lo que soy, y lo que los demás significan para mí. no quiero saber nada de nadie. no sé por qué intento abrirme con los demás, y cuando lo consigo, los otros me golpean, me hieren y me escupen. hoy confesé a mis compañeras de clase que de pequeña me tocaba con mis peluches, y ellas se sorprendieron y me dijeron que estoy loca, pensaron que esas cosas son típicas de una niña perturbada, futura esquizofrénica o algo así. ¿para qué expongo tanto mis intimidades? ¿para que me señalen con el dedo? pues que se metan sus prejuicios por el culo y aprendan a tolerar más. el concepto de normalidad me parece una necesidad enferma de la sociedad humana para esconder los propios complejos, que si a mí me gusta jugar a los partos y ponerme una almohada pegada con cinta adhesiva sobre mi vientre, mirarme luego al espejo y hacerme la embarazada inventándome nombres para mis supuestos quintillizos, pues lo hago, y si me gusta que el fuego me queme por dentro, lo hago. no hago ningún mal a nadie, que la moralidad caduca con cada acción y me he cansado tanto de ser juzgada por no pensar como lo hace la mayoría.
ay, se me está incendiando el corazón.
voy a sacármelo y cortarlo en una bandeja.
o mejor, encenderé una hoguera con él. calentaré mis manos y mis pies. quizá te invite a tomar un té y acabemos quemándonos los dos. luego todo pasará, nada tendrá sentido, y acabarás siendo una anécdota más de mi vida. pero da igual, ven conmigo.
total, si a nadie le importo, todos somos unas desgraciadas gotas de agua fecal.
3 comentarios:
Desearía que por fin me dejaras conocerte, y que de tanto contarme tus intimidades, llegaras a importarme... eso si de leerte no me importaras ya. Pero no me hagas caso: acabo de beberme unas cuantas cervezas.
Kröger
La gente es así de arrogante. Dan asco
te dejo, k, si luego me dejas decepcionarte.
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