29 octubre 2010

me gustaría morir aplastada por un asteroide, y que me disequen, pongan mi cuerpo en la entrada de un museo y con un cartel de bienvenida en mis manos en el que ponga entren, pasen y vean: se regalan varitas mágicas para autometamorfosearse en verruga. esto que estoy escribiendo es en realidad un ovni triturado en letras. lo pasé por una batidora y ahora sale todo esto. luego me sentí culpable porque me di cuenta de que nada de esto tenía sentido. y que soy en realidad una cabeza hueca, porque a mi cerebro le crecieron patas y se fue corriendo. mi cerebro se convirtió en miriápodo y ahora está trepando por la corteza del árbol del edén. ojalá caiga entre las tetas de eva. entonces volvería a mí y lo pondría en la vitrina, y le pediría cada noche que volviera a mí. dulce cerebro regresa. no, mejor no regreses. amén.

No hay comentarios: