11 enero 2010

Ha nevado mucho. Yo te quiero cuando trepas por la pared de mi locura, arañándola con esa violencia tan tuya y de nadie más. Oigo ópera y me convierto en la portada de una revista porno y siento sobre mí un líquido viscoso, una mezcla de flujos vaginales y esperma y algo más que desconozco. Pero mi textura de papel me hace hoy ser diferente y aparezco en un rincón húmedo bajo tu cama. Cuando te tengo entre mis piernas el corazón adquiere otra dimensión y se me sale por la voz en vez de suspiros la vida entera, deshojándose mientras rozas tu ácida sonrisa con mis muslos helados como témpanos. Quisiera que me tortures dejándome abandonada en la esquina de tu labio superior y que me arranques la blusa con los dientes, rompiendo así la frágil sustancia de lo pudoroso. ¡Ah! Tengo ganas de que me folles bruscamente, pero con mucho amor, y que después te duermas a mi lado, y que al despertar el invierno se haya convertido en un pastel de moras que devoremos con ímpetu, mientras afuera se llene el cielo de girasoles, fantasías y absurdidades.

3 comentarios:

ALA_STRANGE dijo...

un poema con mucha sensualidad

:)

Mariona dijo...

yo también quiero...


te quiero.

Don Xmar dijo...

Joder! me encanta.