14 enero 2010

a veces soy consciente de que estoy loca, pero prefiero negarlo. o sea miento. es que tengo mucha hambre ahora mismo, ¿sabes? y encima está lloviendo. si no tuviera hambre y ahora estuviéramos en julio, si te asomaras por la ventana podrías ver a e.t. haciendo nuevas amistades, y al día siguiente estarías como un puto fanático con la habitación llena de pósters con ese extraterrestre en forma de lenteja con su nuevo amigo que por esos tiempos debería ser george bush. imagínate que e.t. hubiera enseñado a george bush a montar en bicicleta, yo creo que él habría sido mucho mejor y ahora estaría predicando la necesidad de un cambio en este mundo y hasta tendría su propia ong ecologista y odiaría a los chinos como yo porque se comen de todo y lucharía con ímpetu contra el cambio climático. pero no, no fue así, e.t. se hizo otros amigos, los prefirió con antenas y no con cuernos de demonio, y el señor bush prefirió jugar con misiles. me duele mazo la cabeza de sueño y me duele el corazón también. pero joder, me duele de verdad, no es metafórico, no me duele el corazón porque amo demasiado a un hombre, no, qué digo, me duele porque se me habrá retorcido algún músculo o qué se yo, tendrá el pobre ganas de ponerse a inflar globos para decorar mi caja torácica y yo, claro, no se lo permito. es que me estoy quedando dormidísima aquí y sin embargo sigo tecleando, porque imagino que estas no son teclas, sino los dientes cuadrados del pulpo que mi amigo curro me acaba de dibujar y que acto seguido lo he imaginado introducido en una vagina. al pulpo, claro, no a mi amigo, aunque ahora que lo digo, pienso en un hombre volviendo al útero materno, reptando cual serpiente en busca de sí mismo cuando era un embrión. sí, me imagino a un adulto teniéndose a sí mismo delante cuando era un embrión y abriendo la boca y tragándoselo, sin más. aunque luego, no podría volver a ser, al autofagocitarse no existiría, sin más. ¡puah! qué imagen más escatológica. me voy a dormir, no puedo más. joder, no mola nada menstruar. las tetas se te hinchan como peras inyectadas de agua destilada. y encima, no puedes follar. qué lástima.

1 comentario:

AZUL dijo...

jajaja al menos de ese dolor de corazón que parece ser pandemía...(lo padezco y no encuentro analgesico):...has inclinado todo a un imaginar....de la vida que aunque sea nos regale una buena risa de burla de nuestra propia vida....