26 diciembre 2009

Mastico un chicle rosa,
mientras que en el otro extremo del mundo
Dios se metamorfosea en medusa
o en la vagina rebosante de una pornoportada.

Fluimos como ideas con chinchetas en sus lenguas,
así podemos detener la vida en un instante.
Me muerdo las uñas y me convierto en nieve
y de repente somos insectos craneales.

Me caso con un gánsgster vestida de androide
y guardo en una caja de lápices mi propia destrucción.
Muero en un pensamiento muy fértil,
que se abre de piernas para que lo fecunde tu locura.

Llega hoy más tarde, así que cerraré la puerta.
No llegues hoy, maldito, que voy a asesinarte.

10 comentarios:

Alba dijo...

Me gusta lo que escribes :)

Mariona dijo...

comete el mundo.

La paciente nº 24 dijo...

La destrucción se colorea dentro de una caja de lápices, del rosa de tu chicle una pistola, para matar a un tipo vestida de carne, si no es con un puñal que escarba la propia herida.

[Gracias por venir a mi pasillo]

Dylan Forrester dijo...

Intenso y degustable.
Nos leemos.
FELIZ 2010!!!
:)

Lo esencial es invisible dijo...

Te invito a formar parte de mi mundo.


NOS LEEMOS,
UN BESO(:
QUÉ TENGAS UN GRAN DÍA!

MBI dijo...

Mátalo y luego tira las cenizas en este blog para que yo lo lea y sepa regresar...........

MBI dijo...

No existe *ese*,
esta construido de
un supuesto que no existe, y es el de que él fuese, lo que tu querías imaginar que era.

Lydie Bianco dijo...

me ha impactado el final. me gusta.
ay silvia... qué bueno siempre es leerte :)

¡FELIZ NAVIDAD!

Iz/ be.ll dijo...

Parece que tuve una platica contigo.

Lastima que eso se ve mas lejos de lo que creo :/


Que te vaya chido, feliz 2010

AZUL dijo...

El inverosimil juego de la vida....la burla y el disfraz...y si hay momentos en que se debería legalizar el asesinar!