22 marzo 2009

tout est calme

hoy me salto la noria del tiempo para ser calma todo el día, calma y nada más que calma. la alegría tiene cara de primavera, y la primavera tiene cara de domingo, y el domingo tiene cara de música, y la música tiene cara de todas las cosas que existen en el mundo, y todas las cosas que existen en el mundo en este mismo instante son muñecas rusas que se deshojan como pieles de cebolla, y al final, encuentro en el fondo de todas esas cosas, una regadera que filtra todas las cosas que se me ocurre escribir acá, y todas las cosas que se me ocurre escribir acá, son, además, bocetos de aviones para huir de mis tristezas y mil otras cosas más que se me pueden ocurrir para alargar esta frase al infinito y que nadie pueda comprender nada. huí de la tristeza este amanecer sólo porque no hallé motivo alguno de tristeza, pero sé que esos son como sanguijuelas que se pegan a la piel y a veces son hasta invisibles, así que no puedo decir que no estén ahí, pero al menos, por hoy no las quiero sentir. porque el sol brilla mucho, y me da pánico pensar en que mañana pueda dejar de brillar, así que leeré con cuidado todas las instrucciones para ser feliz inscritas en las paredes de este cielo tan azul y saborearé estos compases en almíbar que me brinda esta música tan maravillosa.