29 marzo 2009

poema a un cretino.

quisiera detenerme por un instante en tus océanos celestes
y ahí morir como la luz en un atardecer sombrío.
quisiera deshacerme en tus torbellinos azules,
limar la trayectoria de todas tus miradas
para que desemboquen donde muere mi presencia.
quisiera que el tiempo agostara tu incertidumbre
para que te vieras obligado a saciar tu sed de enferma duda
en cada poro de mi piel.
quisiera ocultarme en las ubres de tus pensamientos,
coserme a tus noches y a tus madrugadas,
tejer las entrañas de tus sonrisas,
encauzar tus ansias hacia los ríos de mis anhelos,
sobrevolar el cielo de tus párpados
y anidar, por siempre,
entre los surcos infinitos de tus días.
quisiera que estas letras te inundaran las pupilas
e invadieran todo tu universo,
que estos versos se adhirieran a tus sentimientos
y atravesaran los muros que nos separan
para unir por siempre mi voz con tu silencio.
quisiera que los pétalos de tu indiferencia
al fin cierren sus puertas cuando estoy,
para que todos los llantos que desgasté por ti
rieguen las tierras estériles del pasado,
y se vuelva de barro,
por siempre,
este dolor.