15 marzo 2009

hoy me levanté contenta por alguna extraña razón, aunque si lo pienso mejor no es por ninguna razón, me levanté contenta y ya. mejor. el sol brilla mucho y mis gatos están durmiendo en la cama y estoy oyendo jazz, son casi las doce de la mañana y toda la casa huele a dulce mora. tengo algo de calor pero me da pereza cambiarme de pijama y creo que me pasaré el día así, despeinada y con los pies descalzos. yo creo que a veces nos gusta decir cosas bonitas, aunque nadie nos escuche. será porque necesitamos alguna pizca de autocompasión, o no sé cómo llamar a todo eso. ojalá a todos nos quedaran por decir sólo cosas bonitas, así no nos sentiríamos tan mal a veces, ojalá tuviéramos más razón y menos vehemencia en los sentimientos, ojalá fuéramos más autocríticos, que no mártires de nosotros mismos. en todo caso, hoy día es domingo y como cualquier otro domingo no me apetece hablar nada ni hacer nada aunque debo estudiar mucho y sólo quiera agarrar la bicicleta e irme a la montaña sóla o andar por las calles como si fuera un día cualquiera y no me estuviera lamentando de que hoy es domingo.

de todas maneras estoy contenta así. ya me dió la terrible alergia y lo peor es que no puedo maldecir a nada ni a nadie por esto, con lo que a mí me gusta maldecir, esta vez me tendré que aguantar y estornudar unas cuarenta veces seguidas en un minuto sin decir nada. a veces me hace hasta gracia esa situación.

me parece tan hermosa esta música, yo quiero comprarme un saxofón.

hoy es de esos días en los que no puedo estar triste por mucho que me lo proponga. chao, voy a beber limón y a estudiar lo que queda del día.