18 marzo 2009
hoy es como si fuera un viernes porque mañana y pasado no hay clases. me gustan esos días así que tienen esa pinta, esta semana es como si tuviera tres sábados, y además, está bien, porque luego el tiempo pasa diferente y me siento bien. ahora mismo estoy oyendo música africana y estoy bebiendo té con leche y aunque me queme la lengua constantemente no me importa; siento que me hacen cosquillas en los pies las papilas gustativas de estas baldosas y me viene un olor a chicle. estoy falta de inspiración, no tengo ganas de escribir, y mis palabras son topografías inmersas en la insipidez, resortes vanos con cara de dibujos animados, sí, mis escritos son dibujos de disney ultimamente y podrían hasta salir por las pantallas televisivas en forma de muñecos de plastilina o ventrílocuos o así. el otro día salí con una amiga a tomar un helado por el centro y me gustó mucho, paseamos harto y el helado sabía a una mezcla de viaje intergaláctico con un extraño toque a paisajes primaverales disfrazados muy bien en forma de vainilla, y con un poco de sabor a interminables conversaciones que se enredaban como espirales a mi lengua. ayer volví de la u en el autobús y esta vez se sentaron delante dos inglesas que me recordaron a las dos alemanas del otro día y luego cuando iba por la calle de noche me parecía que en realidad era de día, no sé por qué, es bien feo eso creer que es de día cuando ya se hizo de noche y viceversa. en fin, ahora me largo a dormir porque mañana me voy a la montaña, el sueño me está matando y tengo ganas de soñar mucho. el chico que me gusta(ba) es bien imbécil, pero ayer me dieron ganas de decirle quiero que seas mi futuro ex novio por un rato no más, pero ya no pienso nada de eso, me siento libre y quiero no pensar más nada en nadie. soy una egoísta de mierda, y me la paso hablando de mí, no me extraña que caiga mal a los demás. y qué, ya chao.