realidades.

hoy leí un cartel pegado en una estación de autobuses donde ponía algo así como: ''tu dinero salva a los bancos, ¿pero quién te salva a tí?" y tuve una sensación desagradable, me dió rabia que unas cuantas palabras no sean capaces de cambiar el mundo, pero en cambio, cosas tan ridículas como armas nucleares, decisiones políticas o impasividad social pueden hacer que todo se vaya al carajo tan de repente que no haya manera de volver atrás. es terrible, yo cuando era más pequeña pensaba que, de alguna manera, el mundo puede reconstruirse de manera más sólida una vez se haya fragmentado por su propia culpa, porque creía que tenemos un acto reflejo inconsciente ante nuestros errores. ahora sé que no hay tal cosa, nunca jamás aprendemos, somos unos esclavos del conformismo, somos una masa inútil, unas articulaciones que se mueven a merced de las ideologías neoliberales y en fin todas esas cosas que nos dirigen desde allá arriba, supongo que este mundo no se puede cambiar y es así de miserable, a mí la verdad no me hace feliz tener riquezas, por eso no puedo entender por qué la prioridad de muchos es eso. será también que es porque la sociedad misma lo exige, si no tienes, no eres. pero no hay que ser sociedad, hay que construir la sociedad. concluyo diciendo que somos los animales más estúpidos de todo el reino animal. demostrado queda, sólo tenemos que mirarnos a nosotros mismos.