hoy en el bus iba mirando las nubes y me parecían tan libres y bonitas y mientras iba oyendo música mis dedos rozaban el plástico de la carpeta de física que había puesto sobre mis rodillas y parecía aquéllo ablandarse bajo el tacto, como si se hincharan por dentro al tocarla los átomos de su superficie, como si cobrasen vida debajo de mi piel y eso pasara de ser una simple carpeta azul de un centímetro de grosor a ser una ballena azul de toneladas de peso que latía así porque me pedía al menos un acuario para ella hasta que la llevara al mar. luego dudé de si eran mis dedos los que tenían vida o si era esa cosa de la carpeta la que de repente empezaba a tener vida, cosa que me parecía extraña, pensé que me habría vuelto loca y el tiempo a mi alrededor se detuvo, y en esa dicotomía me pareció de repente que ya no estaba ahí ni dudando ni tocando nada, sino que ahora iba flotando como una nube y era una nube super libre que simplemente se había dormido entre las demás nubes y ahora soñaba con todo eso. luego pensé, si tengo tantos motivos para estar triste, al menos robaré instantes al tiempo para desquitarme de la tristeza. luego no pensé más nada y me desperté.

de siete noches que tuvo esta semana, sólo dormí cinco. al menos me volví responsable y estudio como nerda. exageradamente nerda.

que los dieciocho se me irán en nada y lloraré como nadie en su funeral. maldita sea.