estoy oyendo antsy pants. estoy mascando un chicle, un lunes de polímero con sabor a nube que venía en un envoltorio triangular de colores algo pegajosos. hago unas pompas y salen volando como insectos todos los pesares que puedan incordiarme hoy. me saco el corazón del pecho para sustituirlo por un estropajo y tiro el corazón antiguo al suelo y lo convierto en fregona. no sé por qué ni para qué, pero me siento bien así y ya no sufro por amor. es que todos asocian el corazón al amor y me da rabia eso, pues bueno. adiós cosa insufrida, me fui a flotar yo sóla. me caen mal las metáforas, adiós malditas iros de mi vida, parecéis como polillas que se pegan a mis palabras y hacen que estas engorden tanto que no quepan entre los labios al salir luego se acumulan y digo tonteras así. el sol hoy parece tan sonriente y tiene dientes grandes como pinzas. el sol siempre me cayó bien y sus dientes también. tengo ganas de saltar, quiero reírme del invierno y escribir estupideces como estas hasta que me entre el sueño. en estos días soy demasiado feliz, creo que no es bueno tener felicidad en exceso. está bien, agarraré un conducto y extraeré algunos gramos que sobren y los guardaré en un bidón como reserva para los días en los que ande escasa de alegrías. sí mejor hago eso.