cuando nos miramos al espejo el reflejo debería darnos una patada por ser así o que nos ponga otro espejo dentro del propio espejo para que nos veamos mejor y recibir así dobles patadas de nuestra propia conciencia. somos unos insolidarios y lo pienso más ahora cuando se acercan las navidades y las gentes se gastan tanto dinero en comprar y se olvidan del otro mundo que está fuera de nuestro mundo en el que no tienen ni para comer. con el dinero que nos gastamos en la revista mensual de coches o en hablar por teléfono en un día para decir hola qué tal luego nos vemos aún así me gusta gastar dinero por el teléfono o en comprar cosas inútiles como cremas antiarrugas o juegos para la play o ropas y más ropas para aparentar ser fashion y mil cosas así que nada nos aporta, podríamos ayudar a muchas personas del tercer mundo que nada tienen. es más, ni siquiera haría falta renunciar a eso, simplemente tenemos que mirar más allá de nuestro propio bienestar. de los gobiernos no esperemos más nada, ya vimos que no hay dinero para ayudar pero sí para dar a banqueros. y qué hacen a parte de dar dinero a los que ya tienen el estómago reventado de billetes, prefieren gastar en decorar la ciudad en vez de ayudar a un pueblo entero, y cuando ayudan alardean de ello en periódicos y televisión como si ayudar fuera algo por lo que hay que ser compensado con votos, no lo entiendo, cuando se ayuda a alguien desgraciado nunca se debe esperar un gracias, con la satisfacción que uno mismo tiene debería bastar y sobrar. allá fuera hay tanta gente sin hogar que necesita de nuestra ayuda, a miles de kilómetros hay personas que no tienen agua para beber ni fuego para cocinar ni tan siquiera disponen de un mínimo de sanidad. hagan la prueba, un día que se les cortó el agua o la luz o se les estropeó la calefacción y tan mal lo pasaron, eso multiplíquenlo por 365 días al año que millones de personas padecen. no podemos permitir esto, y ¿qué nos cuesta contribuir? si en este mundo consumista no hacemos más que gastar sin un fin alguno, ¿no deberíamos al menos gastar para hacer feliz a alguien, para ayudar a los demás? ¿que tan asquerosos somos? me da mucho pesar ver tantos anuncios por televisión en el que nos invitan constantemente a vaciar los bolsillos en cosas realmente estúpidas, nos movemos en un mundo en el que se pagan miles de euros en promocionar una colonia para que las personas la compren, ¿es eso justo? ¿por qué con ese dinero no crean escuelas o construyen canalizaciones y pozos en los países pobres? no, en este mundo se promueve el egoísmo, la desigualdad social. no podemos dejar que nos engulla ese torbellino de maldad, no podemos formar parte de esa masa de porquería humana, no podemos dejar que nos trague toda esta codicia voraz, este individualismo que tanto nos consume, esa pasta de seres que morirán tan tristes enterrados sin saberlo en su propia avaricia. debería darnos vergüenza, queremos tanto cambiar el mundo pero no lo hacemos, así que levantémosnos del sofá y salgamos allá fuera a mejorar el mundo, porque si nada hacemos, pronto nos pudriremos irreversiblemente, si es que ya no estamos en proceso de pudrirnos del todo.