05 noviembre 2008

no voy a usar ninguna táctica para escapar hoy, de este hoy. las estrategias se me quedaron huecas, desnutridas, despellejadas de tanto usarlas en vano una y otra vez cuando no debía hacerlo. haré la colada mañana con todas estas excusas que no me merecen, ni nunca lo hicieron, las dejaré secar al sol, que se arruguen al vacío, entonces no tendré ya ningún compromiso con mi existir. el plomo de la rabia sabe mejor cuando no queda nada más por sentir, cuando no hay otra amargura con qué mezclarlo, cuando el tacto se desgasta sobre la piel, cuando se abrieron sólos los nudos del destierro, cuando sólo queda el abandono dentro de mí. yo también me descompongo junto a aquél tiempo que nos mata sin consuelo, ¿por qué no habría de hacerlo? ¿por qué no habría de acelerarme junto a él para que no me dejara atrás su estela de polvo y sangre? ¿por qué no habría de huir deprisa? ¿por qué no habría de consumirme también?