30 septiembre 2008

este es el último día de septiembre. otra cosa no se me ocurre poner.

me estoy deformando como un chicle hoy. este fue un día bastante agotador, como todos los demás, y me parece que fui desvariando desde el momento en el que me levanté de la cama hasta este mismo instante en el que estoy fingiendo escribir esto para no ponerme a estudiar. estoy muy cansada. quizás más adelante, cuando acabe esta frase, habré cambiado de sentir, y todo me parecerá menos trágico. pero hoy no estoy para cambiar de idea, y menos para inventarme excusas para conmigo misma. unos avioncitos revolotean a mi alrededor. en realidad son unas moscas en plena metamorfosis que me queren desesperar para hacerme huir y quedarse ellas con el único recurso que me mantiene aquí en este mismo instante, ahogándome en una profunda transfiguración hacia lo incorpóreo y lo vulgarmente caduco : el conflicto, ya casi extinto, entre mi feroz sumisión a esta rutina y mis ansias de libertad, algo, por cierto, desfallecidas por falta de combustible que las mantenga vivas...y es que estoy algo falta de plasma y me afecta de sobremanera esto. no tengo más remedio que respirar. mirad, moscas malditas, dejádme en paz. iros a volar y basta. basta ya. necesito una montaña rusa. necesito cerrar los ojos. necesito abrir los ojos. nunca me sentí más decrépita como hoy. maldita sea, yo no quiero crecer más.