13 octubre 2013

R.I.P romanian stray dogs

Me da vergüenza ver cómo los medios de comunicación de Rumanía han ido manipulando a las personas hasta el extremo de sacar los instintos más repulsivos de ellos: inculcando la cultura de la violencia injustificada sobre unos inocentes animales; vergüenza ver cómo el gobierno disfraza su propia incompetencia legalizando el maltrato y el asesinato masivo de animales; vergüenza cómo en un país que se supone civilizado, que ha recibido suficientes fondos de la Unión Europea, ha robado todo el dinero en comprar coches de lujo con sistema de reproducción musical que permita que sus ''manele'' resuenen hasta aquí, en España; vergüenza darme cuenta que siento vergüenza por pertenecer a un país tan retrógrada, por eso de que debería sentir que pertenezco a nada; y vergüenza y más que vergüenza por todas esas personas que están haciendo apología al maltrato animal y todas las supuestas autoridades que en vez de tomar medidas legales, se rascan los bolsillos para sacudir el dinero robado de fondos públicos mientras se divierten pagando 2 euros por cada cabeza de perro que les traen esos pobres ignorantes, ignorantes y pobres. Vergüenza, en fin, de la pasividad de las personas ante esta barbarie del siglo XXI que refleja una vez más el desarrollo de una civilización amoral que finge ante sí misma tener unos valores que no van más allá de la teoría, porque en la práctica lo único que le mueve es un bárbaro instinto asesino.
Hoy lloro por todos esos perros que están siendo asesinados, desde que se aprobó la ley, hace poco, lloro por todos esos animales matados por unos malnacidos a los cuales les deseo lo peor de lo peor.