10 septiembre 2012

I. no voy a dejar que me entierre el mundo.
que se desangre fuera de mí si quiere,
ya demasiada sangre vertí sobre sus muros
y todo para qué:
me fue devuelto el dolor como ruina,
nadie me escuchó cuando gritaba,
nadie me lloró cuando mi cuerpo caía.



II. he alcanzado el grado de indiferencia suprema.
a partir de aquí, me pueden pisar ustedes.
pueden aplastar mi cráneo con sus discursos.
pueden matarse. me dan igual ustedes.
ni siquiera sé a quién me dirijo cuando digo ''ustedes''.


III. la rabia me perfora la lengua.
no me mates con ese martillo de mentiras.
el engaño me resulta molesto,
más que una desintoxicación de somníferos.
al final, fósil serás bajo esta tierra
que llamamos ''virtud''.


IV. quiero trepar una vez más
esa montaña de dolor absoluto,
y desde arriba insultar
a todos los dioses que me prometieron calma.

al final, conseguí la calma
cuando maté a todos los (mis) dioses.


V. no desesperes, morirás igual.
deja tu bilis reposar mientras los relojes se agotan.