Esta intermitencia de lluvia y claros es un buen pretexto para volver. Una no sabe su propio camino, a veces cuesta mantenerse en una línea recta y es inevitable no trazar en la trayectoria saltos y retrocesos discontinuos. No me importa ya como me ven los demás si yo conozco lo que tengo dentro. ¿Necesidad de estar mal, de compadecerse de uno mismo, de verse un cadáver y reír llanto? No: ese plomo ya fue consumido hace tiempo. Quedan unas cenizas con sabor a distancia que algunas noches mastico por puro tedio, cuando la lámpara ya me daña la vista y el sueño se desliza como reptil sobre mis muslos. Ahora, polvo y ácaros se mezclan con las emociones: unos residuos de cloaca urbana, eso es lo que son todos estos sentimientos que de extremo en extremo me golpean la cara, me escupen, me torturan despacio, con periodos breves de tranquilidad. Quizás en este momento me encuentre apaciguada, porque la bestia bebe del abrevadero de otros campos de inviernos pasados, lejanos, al sur.

Fumar con ese hábito ridículo de despecho innecesario quizás le devuelve a uno cierta integridad en el momento, tras arrancarse un trozo de sí en una valla metálica, y quedarse ahí la carne con desprecio colgando, como si no fuera de uno. El colgajo adquiere vida propia, los lobos vienen a alimentarse de mí. También buscaba cierto estímulo para mi imaginación, pero me estoy construyendo y eso es precisamente lo que necesito: crecer. Escribo porque quiero fragmentarme, y consigo la calma que me hace existir. No podría existir sin esto. Estos son mis hijos, mis engendros y solamente míos, son sangre de mi sangre y nada puede contaminar esta pureza de enfermedad crónica, de rabia que se aplasta con anteojos gruesos, de dietas basadas en reglas que se rompen y mg/dl de etanol en alta dosis y sucesivas resacas de monotonía, repeticiones que hieren en el alma, rutina que me escupe en la cara y me aplasta con su suela de goma elástica, de efectos secundarios y contra-indicaciones medicamentosas.

Tengo que volver a recuperar el control. Voy a resetearme. Buenas tardes. Mis chips se han fundido. Voy a dar de comer al gato.