02 noviembre 2011

Está abierta la ventana...entra algo de frío. Pero me gusta, porque ha llovido. Entra un olor a vodka, como si alguien estuviera orinando alcohol desde el cielo. Es tarde y repaso los apuntes de anatomía, pensando en que en el fondo, mi cuerpo se limita a eso, como el de los demás. Ligamentos, articulaciones, músculos, nada: sacos de carne con movimiento. Me alegra que por fin el otoño haya esparcido sus escamas sobre nuestras pieles. Es de noche, pero no tengo sueño. Una cápsula, o quizás dos, la canción de siempre de los últimos años...Y caeré presa en los brazos de Morfeo. Con un poco de suerte, volveré a dormir.