15 marzo 2011

he decidido no sentir nada profundo por nadie durante siglos. quiero mantenerme alejada emocionalmente de él, fingir una normalidad, lo que a todos les gusta. que todo vaya bien, salir a pasear de la mano y darse besitos después de hacer el amor. mirar escaparates y hablar de cómo ha ido el día. ¿qué tal, cariño? bien, me suicidé a las tres de la tarde, luego al resucitar me acordé de que no debí hacerlo, porque aún me quedan otros tres suicidios para completar mi vida. no, no. hay que rectificar: bien, estoy bien, todo me va bien, fóllame y vámonos luego a tomar un batido. (por ejemplo). me siento más feliz así, digamos que menos preocupada. la cuestión es que mi ser se limitará a lo banal. prácticamente eso necesito, dosis de banalidad, banalidad en exceso, ¡sobredosis de banalidad! soy consciente de que un sistema complejo mental no es deseado por nadie. a ti no te gusta pero a mí sí, lo que no me gusta es que no les guste a los demás. pero estos son mis circuitos neuronales. por ellos van corriendo toda clase de bestias. no las quitaré de ahí, les seguiré dando de comer, pero las mantendré encerradas en jaulas. encadenadas a mi interior. que nadie sepa que están ahí. a nadie le gusta realmente esto, y como puedo cambiar, ni quiero hacer más mal, me mantendré en mi mundo, sin exteriorizarlo. y ahora he de marcharme, voy a hacer un pastel de frutas para mis pequeños monstruitos mentales.

3 comentarios:

Eu. dijo...

banalitatea nu e rea intotdeauna. fii cum vrei sa fii!

Anónimo dijo...

uoooo pastel de frutas..que rico.
para mi??de verdad?? todo para mi??mmm ya se como agradecertelo.

yellow submarine. dijo...

es tan lindo lo que escribiste porque nos pasa a todos. querer escapar haciéndonos los weones, hacer que nada duela mucho. yo me lo cuestiono en serio, pero no sé si resulte.