10 marzo 2011

Anoche me follaste y me eternizaste en tu sangre. Esta mañana al despertarme necesitaba otra marea de esperma en el acantilado de mi boca y empecé a gemir cuando de repente caí en otro sueño. Me perseguías desnuda por el jardín hasta que me atrapaste y me tiraste al suelo. Me agarraste de las piernas y me empezaste a follar, y alrededor los árboles agitaban sus ramas y anocheció de repente y el tiempo se quebró como un papel mientras me penetrabas tan deprisa que me dolía adentro. Después me desperté y me di cuenta de que eso, en realidad, no había sido un sueño.

2 comentarios:

cielo ruidoso. dijo...

entonces no llores, sólo grita.
no future.
el pasado está ebrio y ya no existe porque fue vomitado, sólo hay presente.
esperaré a que no existas.
espero.

Anónimo dijo...

Era la bestia.