22 diciembre 2010

Gravito alrededor de una ilusión. Tengo la médula chorreando una decepción profunda que me ahueca por dentro. Las venas bombean más y más ruido. Explosión. Mi realidad se fusiona con lo externa. Una marea invernal me golpea la consciencia. Pierde el sentido. No intentes convencerte de que este es el fin, mañana amanecerá y la culpa cargará de nuevo sus dientes con obuses, te impactará el cerebro y todo volverá a ser como ahora. Perderás el sentido.

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