20 noviembre 2010

Me estoy haciendo mayor. Quisiera que alguien fuera capaz de comprenderme y de decirme que esto es algo completamente normal, que no es necesario tanto dramatismo para algo tan insignificante, y que en el fondo podría seguir siendo una niña, robar toallas de los hoteles, coleccionar cromos de Pokémon, soltar un taco y pedir perdón a Dios, masturbarme entre las sábanas y luego llorar de arrepentimiento, meterme con los Backstreet Boys, pintarme los labios y creerme una mamá solterona, pero todo me resultaría demasiado grotesco, y acabaría haciendo cosas de mayores, como formar una secta, ver telenovelas sudamericanas, enamorarme de un cretino y acabar blasfemando la creación humana, o qué sé yo, escribiendo cosas ridículas, como esto mismo que estoy escribiendo.

No hay comentarios: