27 marzo 2009

mientras escribo esto, un aluvión de vida fluye por las calles, y las calles fluyen como hileras de lluvia entre las dunas de la ciudad, y la ciudad fluye como un animal salvaje entre los garrotes de la rutina, y la rutina fluye como sangre por nuestras venas, y nuestras venas fluyen como leopardos de tinta entre los vastos raíles de nuestra memoria, y nuestra memoria fluye como un océano de serrín entre las fauces del tiempo, y el tiempo fluye como huellas de bicicletas sobre el asfalto de nuestra mente, y nuestra mente fluye como un absurdo en estas frases aquí escritas, y estas frases aquí escritas fluyen sólo como ellas mismas y ninguna otra cosa más pueden fluir acá, mientras escribo esto que fluye entre mis ojos al leerlo y pasa luego a mi olvido, máquina para moler hasta mi propia imaginación.