mi corazón palpita como una máquina
cuando te noto cerca de mí.
quisiera ser la nebulosa destemplada
que alumbre las galaxias de tus ojos
y fusionarme a tus noches
para amanecer en tus pestañas y en tus brazos.
mi corazón es un volcán sin médula,
la desgasté entera en llover a latidos,
y para qué, ni me imaginas.
mi corazón es una sílaba retorcida
dispuesta a enroscarse a tu corazón.
si tú quisieras,
me saldría del mundo por ti
y me inventaría otro mundo,
un otro mundo para tí.
pero no quieres,
no quieres, no,
tú ni me quieres ni lo harás.

grandísimo idiota, yo te detesto, es esa la verdad.