soy propensa a cosas malas, tengo una negatividad irascible, irritante y palpable, que no puedo disimular por mucho que lo intente. será que por eso parezco, a primera vista, una tipa fría, egocéntrica y extraña. a primera, segunda y tercera y enésima vista. es un poco molesto, la verdad, sentirme así, como desligada del mundo que me rodea, pero sé que fui yo misma quien corté los cordones umbilicales que unían mi realidad con la realidad ajena. es una distancia voraz, agotadora, se anuda a mi pulso y late con él aumentando su intensidad, y a cada rato tengo la impresión de que me voy a desprender de mí en cualquier momento, porque el corazón me late tan deprisa, descontroladamente, que no soy capaz ya de distinguirlo de los ruidos ajenos. hoy me fundí con el hoy, mañana lo haré con el mañana, pero dejándome mi ser de hoy en este hoy; así estaré un poco más desmenuzada de mis carnes, y día a día me iré muriendo a cachos sin darme cuenta de ello, porque siempre seré una ruina del pasado, un naufragio del presente y un vaivén del mañana. pero nunca seré nada, ni una fracción de constancia, ni un segundo de eternidad. ya basta de tantas palabras. en las paredes de mis ojos están los últimos residuos de mi desdén.