15 febrero 2009
el mundo se desploma. en medio de esta debacle económica hay quienes se regocijan en sus ganancias y hacen todo lo posible para que nada cambie. un aplauso a la política mundial. que la economía neoliberal nos sumerja en la miseria y que aún la ayudemos nosotros los pobres a seguir floreciendo. para unos, para aquéllos que nos desplumaron para levantar palacios y vidas enteras de lujo, y que ahora se burlan de todo esto. sí, les encanta. los bancos siguen ganando más y más, a pesar de todo, y el hambre sigue devastando medio planeta. que un futbolista gane millones de euros al año por batear un balón, mientras que más de mil millones de personas malvivan con menos de un dólar al día. pero detrás de las cifras hay dramas personales que se multiplican día a día y que pasan desapercibidas en nuestro mundo. este mundo de aquí, no el de allá. pero a nadie le interesa esto, hay que amoldarse a esta sociedad consumista, ¿o no? detrás de un escaparate está la felicidad: mírala, te sonríe con sus uñas clavadas en el cristal, te invita a que hagas todo lo que puedas con tal de tenerla, poseerla y disfrutarla al máximo. es increíble que existan personas que se gasten dinero en ir a ver desfilar en una pasarela un cadáver sobre la piel de una modelo, y que encima, paguen lo que haga falta con tal de llevar ese cadáver que, a vista de sus semejantes, le levantarán un escalón más en la sociedad. sí, hay que tenerlo todo, como no. en mi opinión, ya que estoy hablando de eso, esas personas están por debajo del ser. sus mentes están ocupadas por la ignorancia y arrogancia, y lo más triste de todo, es que no son conscientes de la realidad, viven ajenos a ella. pero ellos son felices así. sino, miren cualquier revista de moda. páginas y páginas de porquería, propaganda de ropas a precios desorbitados, y como no, patéticos. es de risa. ya que estoy hablando de moda, pienso que toda esa industria fabrica un mundo de robots, superficial, luego encima fomentan la anorexia y toda esa porquería al hacernos pensar que hay que ser así, como esos esqueletos ambulantes de pasarela, para ser algo. superficial es la palabra. para ellos, hay que llevar marcas, cuanto más caras, mejor. que un cocodrilo verde en una camisa puede hacerte parecer mucho más, que hay que ser un código de barras en toda regla para que los otros códigos de barras te acepten. yo no soy un código de barras y jamás lo seré, y no me importa que no me acepten los códigos de barras o que me miren mal por no ser como ellos. para mí, es un alivio. es una muestra de que no soy como ellos. y jamás pienso serlo. hablemos de otras cosas, joder, me pone enferma mencionar todo esto. en realidad, me pone enferma todo este mundo. conforme voy creciendo, por desgracia, me encuentro con más situaciones que hacen que se me encoja el corazón y que desee no haber existido jamás. yo ya no anhelo nada, no tengo fe en que esto cambie, me he resignado a ello. pero no puedo aceptarlo, me cuesta demasiado. siempre será así, hasta el día en que me muera y ya no perciba más nada. es muy triste todo esto. deprimente.