hoy amanezco ebria de insomnio. me dió un dolor terrible de muela,
se me perforó con este sabor amargo a hastío.
lloví a auroras boreales y me instalé en la noche metiéndome bajo su piel. me separé del viento,
y ahora lo siento tanto, tanto, tanto, tanto...que alguien me preste una generadora de repeticiones para que siga escribiendo tanto hasta que se me acabe la paciencia.
no, que nadie me preste nada sino el vacío.
me cansé de hablar con el tiempo, estoy a miles de años luz de armarme en el presente. machaqué el amor entre los dientes y lo escupí en la pared, contra esa espiral de reacciones químicas que hacen que siga existiendo la ilusión que da vida a las idiotas como yo. tengo los ojos como muelles que tocan el suelo y se doblan mirando atrás con tal de no mirar adelante.
quiero aprender a escribir y vivir de ello. y sin embargo a cada instante se me escurre la inspiración. voy a comprarme una mosquitera para que se me pegue allá todo esbozo de inspiración y despegarlo con una cuchara para servirla a un libro en blanco hasta llenarlo de mí. hasta nunca, todo intento de escribir, te oxidaste de puro cansancio, te usé y reusé hasta que me harté de tí.
agradezco a la muerte por ser la única razón para agradecer.
creo que atardeceré volando.
adiós, ya fue.