de repente

a mí no me gustan los besos ajenos. me cae mal cuando la gente intercambia babas en mi delante, quizá sea así por mala experiencia o no sé ni me importa, pero me da algo ver como se pasan bacterias de una boca a la otra delante de mis ojos. me da la impresión de que diciembre es un mes demasiado fugaz, pero me gusta la crueldad de su frío y estarme en el sofá leyendo con los gatos durmiendo encima de mis rodillas. me siento así bien. la navidad tiene su lado bonito porque puedo comer en esta época los dulces que luego no se venden en otras epocas del año. pero me duele mucho que algunas gentes regalen mascotas para luego abandonarlas al rato de puro aburrimiento. si alguien piensa en hacer como regalo un gatito o un perro, mejor que antes sepan bien qué hacen, que no sean tan irresponsables. luego me entristece ver tantas luces parpadeantes colgadas de las farolas, tanto arbolito y papas noeles sujetos a los balcones como si estuvieran trepando, me siento así como muy sola y pequeña y tengo ganas de que alguien me coja de la mano y que empecemos a correr, y me enfada tanta ñoñería para nada. luego escucho nirvana o algo de eso que me da una sensación de indiferencia o así, y las luces se me apagan y ya no toco el suelo con los pies.