06 agosto 2008

la television es un mecanismo para volver estupida a la gente. ahora me voy a ir a mirar como atardece, ahi, arriba, en esa colina transparente que sabe a miel y cambia de color cuando piensas en ella. me gustan mucho los caracoles de aqui y anoche vi un unicornio, tal vez porque estuviese algo atontada de tanto columpiarme y saltar a la comba, porque de vez en cuando la gravedad exprime mis pensamientos y los vuelve un jugo espeso que sabe a barro y encharcha las raices oxidadas que hay en mis dedos. y es que tengo raices en los dedos porque cuando llueve puedo atrapar entre mis manos gotas de lluvia tristes que tienen aburrimiento cronico, y las vendo a cambio de calabazas. y las calabazas tienen ruedas y se venden a cenicientas y con ese dinero puedo comprar cien mil millones de submarinos para meter ahi esas melancolias que me dan, a veces, al pensar en esta vida tan efimera que nunca regresa. y es que el tiempo pasa tan rapido, y me siento tan insignificante aqui, mirando como el cielo se rompe en pedazos que caen sobre la ciudad, como las nubes amamantan mis ansias de volar y mi cuerpo se atraganta con la inquietud del viento. y ultimamente suenio que me enamoro constantemente, dia tras dia, sera una necesidad, como respirar o que se yo. ya no se que escribir. ahora estoy en un sitio donde no solo no hay acentos, sino que me siento como si estuviese flotando sobre un campo de amapolas. pero las cosas me entran por un oido y me salen por el otro. aunque algunos olores, al entrar, se me quedan en la cabeza, anidando en mi corazon. y de vez en cuando, golpean los cristales de mis ojos, queriendo salir, para correr por ahi. asi, como yo saldre a correr hacia abajo, en aquella colina de papel, con una red de pescar, para capturar algun rayito de sol antes de que se haga de noche.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ay niña, te entiendo, yo me enamoro todo el rato, ésta mañana fue la última vez, y es agotador...
ademas, me sigo enamorando de tus melancolias, no las encierres en submarinos, dejalas aquí y yo les lloraré un poquito, si me permites

besos