Que los animales no son objetos de explotación, consumo, disfrute y salvajismo.No nos gusta vivir enjaulados y hacinados en un mundo húmedo y lleno de sangre detrás de los muros de la tortura, pero aherrojamos la vida animal, oprimimos la respiración hasta el límite vital, que gritamos la libertad esclavizando la vida y el derecho a la existencia animal.No somos nadie por ser bípedos neuróticos implumes;que todos los animales son iguales.No tenemos derecho de explotar a los animales.Rugimos,maullamos,ladramos,vivimos,morimos.Pero somos títeres repugnantes alimentándonos del sufrimiento animal y de la obscena inmoralidad de nuestros cerebros destruídos por la prepotencia humanista.Nos ahogamos en ansias de libertad encadenándo los gritos de dolor de un animal.

No somos dignos de vivir.

No somos dignos de ser libres.

No somos nada.