01 agosto 2021

 no hay más muerte que el llanto en el mar.

el dolor siempre vuelve, no hay nada fatal.

en cada lágrima hay un diluvio de sal

que como un torrente abrasa las mejillas.

no me pregunto ya por qué las horas pasan, 

quién inventó el tiempo y la lluvia, 

quién decidió que las horas iban a ser siempre igual, 

quién besó la cicatriz de la nada sobre las vísceras de esta feroz temporalidad. 

huele a lluvia, pero el cielo despejado está. 

es extraño esperar que el agua te dé de beber cuando aún los labios siguen mojados 

de la tormenta de la mente que todavía no se va. 

espera, espera, 

ya pronto se irá.