13 noviembre 2011

se consume en la garganta el tiempo, como espasmo. llueve pero no aquí: muy lejos, dentro de siete u ocho horas. cuando me despierte, y otro día comience a tejer sus restos. entre restos llega la noche: acaba hoy, y no queda vestigio de nada. los barcos ya marcharon a la deriva de otra tormenta, la otra que ayer me abrazaba se ha evaporado con la llegada de una sombra que aún no distingo. me duelen las amígdalas: amputo otro silencio. antes escupí nuevamente sangre...de los dedos, se caía por las paredes epiteliales, iba desechando su rostro sobre mis nudillos. es de noche: noviembre. no me preguntes por qué.