28 marzo 2011

Hoy odio lo que soy. He estado llamando a gritos a los monstruos de mi interior, pero nadie me contestó. Me siento abandonada. Quisiera salir a la calle desnuda y andar a cuatro patas, mear en las esquinas como un perro y meter mi cabeza en un tubo de escape para intoxicarme con monóxido de carbono. Olvidarme de que soy humana, de que tengo otra bestia sacudiéndome por dentro, aplastando mi hocico. Olvidar que estoy llorando, que me han arrancado los órganos y se los han comido y que en su lugar han metido manadas de gusanos. Vomito el dolor, pero no la conciencia. Yo quiero expulsar de mí la conciencia de tener dolor. No tener conciencia de esto que soy, también ser algo sin vida pero que da apariencia de vida. Tan solo quiero desnudarme, colgarme de una percha, exponerme al sol, decolorarme y que las moscas revoloteen a mi alrededor. De nada me vale ser lo que soy de nada me vale ser lo que soy de nada me vale ser lo que soy no soy nadie no soy nadie no soy nadie no me vale de nada ser nadie si no me vale de nada no ser nadie si de nada me sirve.