10 julio 2009

ASESINO


Hola, soy torero y como todos sabréis me dedico a torturar a un pobre animal hasta que se muere. A mí me mola mucho clavarle ahí las espadas, qué queréis que os diga, la simple idea de imaginarme ahí toda esa sangre encharcando sus pulmones me hace sentir más hombre, me hace sentir más superior. Porque al fin y al cabo, es un animal que no sufre nada, o si sufre, bah, qué más me da, es un animal inferior a mi condición, y yo cobro un montón porque la gente paga lo que sea con tal de verme asesinar, encima me aplauden y vitorean, y me consideran un artista, un héroe, jeje. Todos sabréis que al toro lo tratan mal en su vida, por mí mejor, así facilitan mi trabajo al debilitarlo, drogándolo y lastimándolo de antes, pero ya vuelvo a decirlo, por mí mejor...¡Encima me llaman valiente! Si es que...¡Vaya que si es valentía! La situación es la siguiente: un toro que no tiene nada, que está totalmente desprotegido, está por ahí correteando el pobre sin saber lo que le espera, y desde un principio, mis colegas los que van en caballo le pincha con unas picas, así le van quitando fuerza, y cuando la sangre empieza a chorrear, ¡ay!, que me corro, que no quepo en mí de gozo, y ahí es donde empieza el festín, mi alegría se desborda... Me encanta matar, me encanta verme rodeado de sangre, me hace sentir feliz...porque hago felices a tantos espectadores...Luego le empiezo a clavar centímetros de acero en el cuerpo, le lleno la médula del más terrible dolor, pero jeje, yo soy un valiente, eso es valentía, vaya, matar a un animal completamente indefenso que no tiene escapatoria, haga lo que haga, porque está condenada a morir, y no sólo a morir, sino a ser torturado de la peor manera...Pero yo estoy tranquilo, tengo un par de amigos cerca de mí para echarme una mano en el caso de que el toro se pase un poco...aunque no suele ser así, pues nosotros tenemos mucho cuidado de que sea débil el muy desgraciado...jejeje...


Aquí están mis amigos ya acabando la faena jeje, si es que en el fondo los envidio, luego vienen y arrastran al cadáver con un camión y lo tiran a un vertedero, o se lo comen, jeje, es que este negocio mola un montón, ¡encima tenemos subvenciones del gobierno! Si es que, no nos podemos quejar...somos salvajes, y nos encanta matar...