Tengo la médula llena de agujas

Cada vez me cuesta más entender hasta dónde es capaz de llegar el ser humano en gozar del sufrimiento y dolor de un indefenso animal.Asiste con júbilo a la tortura hasta la muerte de un cuerpo lleno de sangre y puyas.Parapléjicos mentales,toreros,adoran ser patéticos asesinos bárbaros y retorcidos,sobre cuyos cuerpos vomito mi rabia cada vez que me acuerdo de que existen.Me provoca una áspera bola de asco en el fondo de mi paladar observar cómo hay monstruos capaces de disfrutar con la muerte,de consumir muerte con los ojos.No comprendo cómo pueden henchir su vacío instintivo,primitivo y sádico,como pueden saciar su ferocidad contaminada de pus e impudicia mental,cómo pueden saturar su olfato satánico,bárbaro y hambriento de muerte y sufrimiento ajeno,cómo pueden penetrar en el cruel e inhumano relflejo que se atisba en su manera de pensar y disfrutar de ello,no entiendo como lo llaman arte.¡Arte!¡Cáncer social!¡Mayonesa caducada! ¿Contaminación mental? No,fantoches embadurnados de hedor y úlceras corrosivas y aberrantes.A mí me asquean las atrocidades que se arrugan en sus mentes.¡Hepatitis!¡A la basura con la tortura!¡Mueran los muros de la crueldad!